Las chinchetas (o tachuelas) se han vuelto tendencia hace un par de años sobre todo en la moda. Desde entonces podemos verla en pantalones, vestidos, chaquetas, en zapatos (sí, todos conocemos los Valentino o su copia, que tiene todo el mundo) y también en todos los accesorios posibles e imposibles. ¿Cómo ha influido esta tendencia al mundo de interiores?

Hay que decir que la tachuela existía en el interiorismo desde siempre, de hecho una silla con tachuelas era considerada como algo muy clásico. Seguro que os acordáis de las tiras de tachuelas pequeñas y doradas en las sillas robustas de madera y tapizadas en terciopelo. Sin embargo, hoy en día la chincheta no es solo dorada pero tiene todos los colores, tamaños y formas que os podéis imaginar. Desde redonda y plateada, cuadrada y lacada hasta en forma de pincho. A mí personalmente me encanta, creo que le da un toque divertido al mobiliario. Desde mi experiencia con clientes sé que suele producir relación amor-odio: o nos encanta o la odiamos (sobre todo los hombres no suelen ser muy fan, o por lo menos los maridos de las clientas que he tenido, hehe).

¿Qué te parece a ti, te gusta esta moda de un clásico renovado? ¿Te apetece poner tachuelas en tu vida?

Imagen de ModHomeEc

Colocar la chincheta es un trabajo artesano y muy preciso, no va a ser que se quede torcida! De hecho, si te estabas preguntando como lo hacen para que quede bien alineadita, puedes leer este artículo donde lo explican muy bien.

Unas sillas más bien clásicas…

Sofá de Vical Home

Sillón de Kare Design

Sillón con doble fila de chincheta de Vical Home