Unos aires Mid-Century

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DICIEMBRE, 2018

Salón

Mid-century

Madrid

Apartamento con encanto mid-century en el Barrio de Salamanca

¡Hola!

El apartamento en cuestión, aunque pequeño, tiene mucho encanto y está situado en el corazón del barrio de Salamanca. Está situado muy cerca de un mercado de abastos, lo que puede ser una ventaja (si de repente se te acaba el queso) y al mismo tiempo una desventaja (si te molesta ver mucha gente todos los días). Los dueños son una pareja joven con más encanto aún y un adorable bebé.

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La casa al principio y un primer croquis con las ideas

Fotografía via Flickr

El apartamento tiene cocina americana con lo cual había que crear una separación adecuada entre la zona de descanso y la zona de la cocina. Así que separé los ambientes con una gran mesa en madera natural artesanal que, aparte de servir de separación, resulta muy útil para recibir gente y hacer comidas y cenas.

Como todo hijo de vecino, pasan la mayoría del tiempo en el salón, con lo cual había que crear un ambiente funcional pero al mismo tiempo acogedor y trendy. Lo tenía que tener todo. Además, con un bebé todo es mucho menos fácil, así que sólo se podían utilizar materiales duraderos y lavables: tela lavable en el sofá y un papel vinílico en la pared. La pieza clave del salón es un sofá chaise longue con respaldo con capitoné (sí, los ‘botones’ son lo llamado capitoné) tapizado en gris y con un vivo en negro. El sofá, igual que la lámpara, tienen unos aires mid-century que tanto gusta a la dueña.

«Los clientes acaban de tener un bebé, con lo que la propiedad ‘lavable’ de pronto es un ‘must’

Claro, todo esto tenía que hablar con el resto del salón, así que pusimos papel pintado con toques en verde agua (igual que en los cojines) y un cuadro abstracto con un color rompedor rosa. No fue fácil convencer al dueño, eso sí que fue un desafío.

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Plano en planta y Render 3D del diseño final

Fotografía via Flickr

por Renata Stodulkova

La casa tiene mucha luz pero solo por las mañanas, el resto del día no es muy luminosa. La casa ya tenía focos de luz durísimos en el techo, por eso me centré en añadirle solo la luz del ambiente con unas lámparas de pié y de sobremesa.

La entrada del piso, que era un mini pasillo separando la isla de la cocina de la pared, tenía que ser un recibidor. Para que os hagáis una idea, es un metro cuadrado. Milagros hago. Para solucionarlo y convertirlo en un espacio más amable y amplio, añadí un espejo redondo y una mesa de entrada transparente.

¡Y esto es todo! Espero que os guste el resultado, los dueños (y especialmente la dueña) quedaron encantados.

Foto final del resultado

Fotografía via Flickr

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